domingo, 22 de noviembre de 2009

BRANDING PERSONAL...EN SERIO

"Las personas son lo que consumen", me dijo para  mi disgusto un amigo "marketero" hace unos años. Era la época en que prácticamente todas las prendas de vestir mostraban la marca de manera muy destacada, haciendo que, por lo menos para un segmento del mercado, lo que él afirmaba sonara cierto.

Esto hizo que me sintiera incómodo, pues como especialista en mercadeo, comunicador y psicólogo, sentía de manera patente un doble mensaje, por una parte la superficialidad con que se apreciaba el ser persona por parte de algunos profesionales del mercadeo y por otra sensación de ser en parte responsable de eso, lo que contravenía mi manera de ver mi quehacer y mis principios como profesional y persona.

Actualmente se habla mucho del Branding, sub especialidad del mercadeo que se dedica al desarrollo de marcas y se habla, también con seriedad, del "marketing personal" y del "branding personal".

A propósito de esto deseo ensayar en este artículo algunas ideas.

Branding Personal desde la mirada del marketing
Cuando hablamos de Branding en mercadeo estamos refiriéndonos a la Marca (brand) como la expresión de la "identidad pública" de un producto o línea de productos que tiene la marca.
Para tal efecto se analiza la marca como si fuera propietaria de una "personalidad" que es comunicada al consumidor a partir de todos los contactos que esta tiene con la misma, sea directamente o de manera intermediada por otros consumidores.

Lo más interesante, para los fines de este artículo, es que para que una marca logre fijarse en la mente del consumidor, TIENE que cumplir con el postulado de ser consistente en su "manera de ser", además de otros requisitos no relevantes para este artículo.
Las marcas identifican un segmento de mercado objetivo (consumidores a los que desean llegar) y de acuerdo a los intereses y necesidades de dicho público diseñan la identidad que buscarán desarrollar frente al mismo.

Cuando hablamos de Marketing Personal o Branding Personal surge a mi entender un conflicto en este terreno, ya que las personas tienen  la identidad pública que su historia, su manera de haber estado siendo, ha creado en los entornos en que se ha desenvuelto o "mostrado".
Las personas además, desde el punto de vista Ontológico, pueden ser lo que desean ser hasta el límite de su estructura, sin embargo, lo que subyace a la propuesta ontológica es que la definición de "quien quieren ser" está en función a ser felices, libres, actuando con libre albedrío en función a su crecimiento personal, al desarrollo de su ser persona. El crecimiento desde el respeto de sí mismo y los demás.
Es decir que el objetivo del deseo de ser de tal o cual manera no está en función a "ser adquirido, comprado o consumido por un mercado determinado", sino fundamentalmente a una concepción del ser auténtico y libre.

Optar por una mirada de "branding personal" desde la perspectiva del marketing es enajenar a la persona, subordinarla a lo que los demás desean de él y por tanto es la negación de la autenticidad del ser, del libre albedrío, del respeto al ser.

Branding Personal desde la mirada del coaching ontológico


El elemento más importante al que deseo remitirme del "branding personal" no es otro que aquel que habla de la consistencia de la experiencia del otro con "el producto", es decir que estamos hablando de la importancia de ser consistentes con nosotros mismos en nuestras relaciones interpersonales.

Para que esto suceda es fundamental que definamos claramente nuestros valores y objetivos de vida a partir del respeto a nosotros mismos y no de lo que desean de nosotros los demás.
Partir de nosotros mismos, desde el amor a nosotros mismos y desde el respeto del otro permitirá que esa persona que deseemos ser sea consistente y coherente y por tanto creíble y confiable.
desde esta posición las relaciones que mantengamos serán nutritivas y potentes, lo contario supondría nuestra enajenación y por tanto nuestra infelicidad.

En este marco es también relevante preguntarnos hasta dónde hoy definimos quienes queremos ser desde el espacio de la "aprobación social" con un marco de valores puesto en lo que "es deseable" comercialmente, desde una cultura basada en el "cuanto tienes/cuánto eres".
¿Cabe hoy por hoy plantearse la felicidad desde la persona y no desde el mercado?
¿Es posible que nos postulemos como personas desde valores ajenos a las apariencias del consumo y la "aprobación social/comercial"?

Postulo que ese es el reto que enfrentamos hoy, un reto ciertamente mayor pero trascendental ya que desde esta mirada el respeto al otro y al entorno son naturales, fluyen como algo constitutivo del "ser humano", del "ser persona en el mundo".
Creo que la posibilidad de una sociedad feliz pasa por este tema, aunque ciertamente no es el único determinante.

A tí que has leído esto con interés te pregunto ¿Desde qué mirada vives tu vida? ¿con qué perspectiva juzgas tu "ser feliz"? ¿Y tu ser libre?

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